miércoles, 29 de febrero de 2012

Un tren.



Cada vez que sales de tu casa, te antepones ante el peligro. Constantemente vives sin saber qué te habrá ocurrido al acabar el día. Puede que cuando salgas y cierres la puerta, bajas a la calle, cuando de repente recuerdas que se te ha olvidado la cartera, entonces vuelves a subir y al salir de nuevo resulta que ya no llegas al tren, el cual cierra sus puertas mientras tú subes las escaleras dejándote la vida en ello y sigue haciendo su ruta en la cual tú no te encuentras (dicen que el tren sólo pasa una vez, y es verdad; pero también hay veces que aunque se hayan cerrado las puertas, se vuelven a abrir, mágicas veces aquellas).

Por tanto, te toca esperar media hora más hasta que llegue otro y cuando llega subes, un tanto cabreado a la par que aliviado, pero resulta que te encuentras con un hombre que canta el himno de la falange con la mano levantada a la vez que desprende un olor que da gusto. Junto con la cara que tienes en ese momento de terrible espanto, intentas escapar de ese vagón para no dañar tus oídos y por fin logras sentarte. En ese mismo momento, miras a tu alrededor para comprobar que todo está en orden, cuando la abuela que tienes en frente te empieza a preguntar cosas, te saca un par de faldas que se acaba de comprar en El Corte Inglés y te pregunta si crees que los tonos son adecuados para la primavera que se asoma en nuestras vidas o parecen muy otoñales. Tú educadamente intentas aconsejarle lo mejor posible para que la buena mujer salga bien combinada a la calle.

De buenas a primeras, seguro que todos esos sucesos no entraban en tus planes del día. Pero igualmente han ocurrido. De vez en cuando, perdemos nuestro tiempo planeando, una y otra vez. Planeas los días, lo que harás en dos meses, lo que quieres hacer cuando pasen tres años. Siendo que tal vez, en ese período de tiempo hayas dejado de existir. Y te los has pasado planeando, y preocupándote por el futuro. Siento ser tan drástica, pero es así. Nunca sabes qué va a ser lo próximo.

Reitero lo dicho en el post anterior, aquí estamos por alguna razón que no debemos desaprovechar. Mientras puedas, hazlo.

"Life is what really happens while you´re making other plans." J. Lennon


2 comentarios:

  1. Lo cierto es que aunque sepamos que no merece la pena planear seguimos planeando. Planeamos y seguimos planeando día a día y la misma rutina se convierte en un plan repetitivo. Hay que dejarse llevar, estoy contigo en todo lo que has dicho... no puedes saber lo que sucederá y eso es realmente lo que nos da miedo aunque a mi sinceramente me gusta, me encantan las sorpresas.

    Bien dicho: la vida es aquello que pasa mientras tu haces otros planes. Solo hay que dedicarse a vivir.
    Muy grande Sta. Fornes :)

    PD: Veo un libro a la vuelta de la esquina y nunca lo he dicho de broma!!

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  2. Señorita Paula, usted es muy grande, en serio! Me animas mucho con tus palabras, es de muy agradecer que te digan estas cosas. Ojalá, lo conseguiré algún día, sin hacer los planes. El cuando vendrá solo. Grande! :D

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