No sé por qué somos impacientes. Si
todo acaba llegando, y lo peor de todo, pasando. Tanto tiempo
esperando ese momento, ese lugar o esa compañía, para que en menos
de lo que te esperabas solo sea un vago recuerdo de tu memoria. ¿De
qué sirve impacientarse?
Por mucho que no lo desees, el tiempo
sigue su curso, así que si quieres algo, espabila, no lo van a hacer
por ti. Hay que vivir el momento, el minuto, el instante, sí, todo
lo que tu quieras, vive y sé feliz, pero márcate objetivos. Es la
única forma de seguir con la motivación de conseguir algo, sino,
¿qué sentido tiene? Piensa algo que desees con todas tus fuerzas,
que quieras conseguir, y ve a por ello. Eso sí, sin impaciencia, que
sabemos que todo llega, y con ella, el único perjudicado eres tú.
Cuando estás en sintonía con el Universo todo fluye con una facilidad abismal, el tiempo se detiene y llegas a todo, sin preocupaciones, como si él trabajara para ti. No hay prisa, fluye y déjate llevar, todo acaba saliendo, y si no es así, es que no debía de ser el final.
Las ganas y la buena energía abren
horizontes, sólo tienes que dejarte llevar y saber con certeza lo
que quieres, no decaigas. Visualiza el final del camino, y lo
conseguirás.
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ResponderEliminarEmocionante, espero que muchas más personas piensen lo mismo que yo, porque de verdad que es emocionante... aunque creas que te queda mucho, vas por un buen camino porque está claro que escribir se te da bien, muy bien!! :)
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