viernes, 27 de enero de 2012

Lágrimas negras.





Miradas que hablaban cuando sobraban las palabras. Noche sí, noche también. Sueños perfectos junto despertares amargos. 

Un año sin verse. Nunca hubo una clara despedida. Ninguno supo qué decir ni qué hacer. Ella decidió independizarse y se mudó a aquella ciudad. Quería conocer nuevos mundos, explorar los rincones de las noches húmedas.

Una noche, con su perra Laika, al girar la esquina se quedó sin aliento, rígida. Lo reconoció por sus andares desgarbados, era él, pero no estaba solo. Se le comprimió el corazón. Entonces, haciendo fuerza contra ella misma, queriendo correr contra el viento, retrocedió sus pasos. Sentada en un portal con la mirada perdida y un vacío interior. Lágrimas negras recorrían su gélido rostro. Todo se volvió en su contra, únicamente escuchaba el silencio. Fue cuando, de repente alguien pasó por su lado y le echó una moneda sin mirarle a la cara. Era él.


viernes, 20 de enero de 2012

Personas.





Tal como pasan los días, te vas dando cuenta de aquellas cosas que de verdad merecen la pena y las que no, por las que sientes que debes luchar y las que debes dejar de lado. Existen personas que lo dan todo por ti y otras que no darían ni una prenda, las que te adoran por como eres y las que te adoran para lo que quieren, las que te sonríen a la cara y te rajan a la espalda, las que te miran disimuladamente cuando pasas mientras te examinan de arriba abajo; aquellas que entran casi todos los días en tu perfil y las que prefieren no hacerlo para evitar sentimientos, las que se proponen metas y las logran, o las que tiran la toalla; las que te idolatran y las que te odian, las que te llaman cuando quieren saber cómo estas y las que no te llaman nunca, las que sienten algo por ti y tu ni te enteras, las que se enamoran de una ciudad, las que esconden algo, las que te sacan cada día una sonrisa; personas que cuando estas con ellas no puedes parar de reírte, personas que piensan que la vida hay que vivirla y que debes dejarte llevar, a esas las adoro.

Personas que cuando te llaman o simplemente te miran, tu corazón responde a mil por hora. Ingenuas, cabezonas, sinceras, promiscuas, mentirosas, celosas, felices, dejadas, presumidas, sensibles, modestas, antipáticas, románticas, sosas. Aquellas que aparentan lo que no son, las que se levantan bailando y las que  le echan la culpa al pie izquierdo, las que te dan sin esperar nada a cambio, las que confían en tí; personas que no han roto un plato en su vida (de esas quedan pocas), o las que cada día rompen algo. Miedicas, generosas, impacientes, adorables, indecisas. 

Infinitos adjetivos para innumerables personalidades, únicas y algunas, ejemplares.