miércoles, 12 de diciembre de 2012

¡La locura, qué ricura!




Ahora. Hoy es la noche en la que si no te lo escribo no vivo. Las locuras, las palabras sin sentido son lo mío. Los arrebatos, la incertidumbre, la impulsividad, la indecisión. ¿Bueno o malo? Qué sabré yo, si por dispuestos a saber hay mucho y nada a la vez. ¿Qué quieres que sepa? ¿Sobre qué? Si me lo cuestionas, quizá pueda guiarte a una respuesta correcta . 

Me gusta tenerte como inspiración, eres la fuente, la musa, el sentido que me llevará al éxito. Pero por favor, no pienses que esto va por ti, va por la idea en sí, la mentira y la creación. 

La noche sale, la luna decrece y mi historia crece. Cuando caiga el bombazo yo estaré lejos pero tus ojos se acercarán a él. Sigue encantándome esto, como la leyenda y la mentira aumenta, y mi felicidad con ella. El trastorno y la obcecación, el resentimiento y el arrepentimiento. ¿Le has encontrado sentido? Si es así, enhorabuena. Sino, no desistas, nada en esta vida lo tiene, o tiene el que tu quieras darle. Me guío más por la segunda parte. 

Las luces intermitentes, ¿lo recuerdas? 

Ahora, es la hora. 

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