jueves, 29 de agosto de 2013

Colores en tonos chillones.

Empecemos como el gran clásico y ya veremos como terminamos. Érase una vez... una muchacha llamada Abril a la que le gustaba mucho las flores grandes y coloridas. Todas las mañanas abría las cortinas de su pequeña alcoba en busca de rayos de sol que le invitaran a descubrir el mundo. 

Una noche se acostó pensando en la forma del arcoiris y en sus colores, pero cuando despertó estaba metida en una burbuja de hielo. Volvió a cerrar los ojos y empezó a mover los pies, para así despertarse de la pesadilla. Abril siempre controlaba sus sueños. Al abrirlo, seguía ahí. Lo intentó de nuevo, pero no tuvo éxito.


"Tu deseo se ha cumplido, permanecerás por nueve meses en esta burbuja. Podrás ir donde desees, pero en cambio, nadie sabrá de tu existencia. Se han olvidado de ti. Todo aquello que necesites, escríbelo." La nota estaba pegada en la suela de su zapato izquierdo. 

¿Cómo? Espera, espera... pero yo no he pedido ningún deseo. ¿Qué es esto? 

Abril golpeaba sin cesar, berreando como una niña pequeña. Se echó a llorar. Sollozaba hasta que se dio cuenta que era un trabajo inútil, estaba perdiendo el tiempo. Se levantó y empezó a rodar.

Continuará...


2 comentarios:

  1. Necesitabas una opinión? aqui la tienes.

    Tremendo el principio, me encanta. He captado a la perfección su moraleja, también tremenda, como la persona que escribe estas historias.

    Ah! y el nombre le queda pintado, no se por que será jaja ;))

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  2. me gusta, sigue la historia y no nos hagas esperar tanto!!

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