miércoles, 5 de septiembre de 2012

Cosas que surgen al anochecer.








El ser humano es ansioso. Siempre queremos lo que no tenemos y cuando lo conseguimos dejamos de valorarlo porque ya es nuestro, olvidamos aquella lucha que casi nos lleva al deterioro psíquico. Dejamos que la rutina se apodere de nosotros, siendo que cada momento que vivimos es único e irrepetible.

A veces creemos saber lo que es mejor para nosotros, pero no tenemos ni idea de lo que nos gustaría ser o tener, porque somos avariciosos. De hecho, la mayoría se cree que se conoce y se etiqueta como tal, pero no sabe nada. Conocerse a si mismo no es tarea fácil. Creemos que realmente seríamos felices teniendo esto, aquello y lo de más allá, y si algún dia lo consiguieramos también querríamos lo de después de más allá. Queremos ser tal o cual, y no nos conformamos con lo que tenemos ahora ni con lo que somos, siempre queremos mas, porque el ser humano nunca llega a saciarse.


Deberíamos valorar más nuestro entorno, aquellas personas que siempre están ahí pero nunca les decimos lo importante que son para nosotros. Hay veces en las que idolatramos a persona, creemos que son como nos gustaría que fuesen o como nos las imaginamos en nuestros sueños donde predomina lo irreal. Tal vez la persona que más te va a importar en la vida sea quien menos te lo esperas, pero es inútil tratar de averiguarlo porque el futuro es incierto. 
Algunos dicen que está en nuestras manos, otros que lo dejemos en las del destino, que lo que tenga que ser será. Otros creen en las causalidades, en que las cosas pasan por algo y que todo tiene un sentido que más tarde entenderemos.


Al fin y al cabo, se nota que estamos en septiembre porque comienza a refrescar...